Coxinhas de galinha

Fui por primera vez a Brasil en 1990, con unos amigos, apenas habíamos terminado la universidad.

El primer bocado que probé en Sao Paulo fue de la que es considerada como la comida callejera por antonomasia de esa ciudad y de todo el país: las coxinhas. Coxa es pierna y con el diminutivo hace referencia a su forma de «piernitas».

Después estuvimos en Rio de Janeiro y Belo Horizonte y comimos, por supuesto, los clásicos rodizios, feijoadas, el pao de queixo y la guaraná de verdad. Cuando he vuelto también cumplí con el ritual de hacer cola en el mercado de Sao Paulo para engullir los inmensos «sanduíches de mortadela». Pero no dejo de buscar unas coxinhas.

Las clásicas son las de gallina, aunque como con nuestro ají de gallina, lo que se usa hoy es pollo: coxinhas de frango. Son unas croquetas rellenas de carne de pollo. La coxinhas con catupiry son las especiales ya que se les añade queso.

En el Perú la presencia de la comida brasileña ha sido limitada. Recuerdo el Berimbau en Diagonal en los años 80, después el Meia Laranja en Schell. También está hoy Brasuca en Jesús María. Hace unas semanas finamente pasé por el restaurante brasileño Maria Panela (en La Mar) y me pedí una porción (6 x S/10). Las hicieron al momento, perfectamente crujientes por fuera y cremosas por dentro. Además, como un toque distinto, incluyeron una salsa verde que les quedó perfecta.

María Panela

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